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Convence a esos clientes potenciales que “se las saben todas”

Por Valentina Rausseo
mayo 10, 2022

En muchas ocasiones, nos toca hablar acerca de nuestros productos y servicios ante personas que son increíblemente cracks en sus materias. Sí, esos que “se las saben todas” + 1.

Para esos casos, un vendedor debe estar completamente preparado y así lograr enfrentar (y luego convencer) a ese experimentado empresario para cerrar la negociación con éxito.

Asimismo, es recomendable que cuente con el apoyo de ciertas técnicas que le permitan caer bien y persuadir. Pero, ¿cuáles son esas técnicas?

¡Cuidado con las críticas!

Procura no mencionarle que hay algo que no funciona en su negocio, o similar. Tú solo enfócate en los grandes retos del mercado.

Ve preparado

No llegues a la reunión sin tener conocimiento de quién es esa persona y qué es lo que ha hecho/logrado dentro del ámbito profesional. ¡Documéntate!

Da una buena impresión

Sé puntual, viste con pulcritud y, lo más importante, transmite seguridad y bienestar personal.

No seas tú el “sabelotodo”

No caigas en el mismo terreno. Recuerda que, supuestamente, el sabelotodo es el potencial cliente. Entonces, en lugar de demostrar todo lo que sabes, deja que la persona te platique y cuéntale, con mucha humildad, la forma en cómo puedes ayudarla.

Haz muchas preguntas

Si preguntas lo suficiente y hasta más, le generarás una sensación de verdadero interés en querer ayudarlo(a).

Concéntrate

Cuando converses con la persona, presta atención y no estés pensando en qué es lo que vas a decir cuando calle, pues lo notará y automáticamente será una puerta cerrada.

¡Estás allí para vender!

Evita contarle acerca de otros proyectos que tengas en mente o rápidamente pensará que sólo quieres aprovecharte de la entrevista.

Enfócate en vender y ¡listo!

No le aceptes alcohol

¡Esto es importantísimo! No es una salida con amigos o una convencional reunión social… ¡Es trabajo! Por lo tanto, demuestra seriedad y profesionalismo. ¡Sólo café y más café! Y si no te gusta el café, pues ¡café!

¿Y ahora? ¿Listo(a) para atender a un “sabelotodo”?