¿Cómo lograr que nuestros hijos hagan un uso correcto de la tecnología?
Como todos saben, en esta organización somos amantes locos de la tecnología. De manera exagerada, incluso.
No obstante, no debería ser razón para que, tanto nosotros mismos como nuestros hijos, hagamos uso indebido de la misma.
Claro que la tecnología nos simplifica la vida y posiblemente, con el transcurso del tiempo, el nivel de comodidad que podemos alcanzar gracias a ella, nos sorprenderá.
Pero ¡ojo! Porque donde todo es fantasía, también hay realidades que debemos asumir y saber llevar. Y en estos tiempos en los que los niños nacen “con una tabla en la mano”, como cita el refrán, el cuidado y las precauciones deben ser mayores.
Entonces, podemos lograr que nuestros hijos hagan uso correcto de la tecnología:
-Estableciendo normas y límites de uso claros y firmes que ayuden a nuestros hijos a hacer un uso adecuado de las pantallas. Estos deben referirse al tiempo de uso y al tipo de contenidos o aplicaciones a los que pueden acceder
Sería conveniente la implementación de controles parentales a los dispositivos tecnológicos.
-Enseñándoles a usar Internet y las TICs con responsabilidad, con respeto hacia uno mismo y los demás, de manera que sepan en todo momento las consecuencias que pueden tener si no hacen un uso adecuado. Internet debe ser un espacio de convivencia positiva donde se eviten situaciones conflictivas.
-Interesándonos y conociendo los contenidos que les llaman la atención, les gustan e interesan. Formándoles para que se conviertan en consumidores críticos y reflexivos.
-Informando y concienciando a nuestros hijos de los peligros que puede comportarles un uso incorrecto de Internet y las redes sociales. El ciberacoso, el sexting o el grooming son algunos ejemplos de peligros a los que los jóvenes cibernautas en ocasiones deben enfrentarse.
-Pactando espacios y momentos libres de conexión de pantallas en casa. Las comidas o las celebraciones familiares deben realizarse sin estar presentes las pantallas y se debe evitar su uso antes de ir a dormir.
-Convirtiéndonos en el mejor ejemplo de uso de las pantallas que puedan tener evitando que nos vean todo el día enganchados a nuestro portátil o teléfono móvil. El aprendizaje por imitación es la mejor manera de educar en un uso responsable
No olvidemos que para nuestros hijos somos los mejores “influencers”.
-Ofreciéndoles planes alternativos a las pantallas: organizando una excursión a la naturaleza, practicando deportes o cocinando juntos, yendo al cine o a admirar una obra de teatro.
-Estando muy atentos de las posibles señales que nos pueden alertar que nuestros hijos están haciendo un uso abusivo de las pantallas: disminución de la comunicación familiar, progresivo aislamiento social, cambios bruscos de humor, apatía, desmotivación, incremento o pérdida de peso, cansancio o bajo rendimiento académico.
Mientras actuemos con conciencia, los niños harán lo propio.